Gradiva – Vol. XI – n. 2 – 2022 – pp. 24-31

La clínica con pacientes “en los bordes” nos demanda pensar y situar una técnica más allá de la interpretación. Así se busca reflexionar en el papel de la palabra cuando no tiene cabida la lógica de lo secundario y lo simbólico. Se propone una clínica donde al encontrarnos con pacientes que se remontan en la transferencia a sus tiempos constitucionales, la palabra será tomada como sonoridad y sensación, desde donde podrá ir apareciendo un ritmo que “acune” las posibilidades del devenir del sujeto. Por tanto, las palabras enunciadas en esta relación clínica, más que interpretar serán creadas para ser cantadas.

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